El objetivo común: siempre la mejor calidad

Gardeslen Orthopaedie, Goes [Países Bajos]

La historia de éxito comienza en 1985: Marcel y Nellie Gardeslen inauguran un comercio ortopédico especializado en un antiguo supermercado de Hoogerheide, una pequeña localidad en la provincia de Brabant. Cinco años más tarde se trasladan a Goes, en el centro de la provincia vecina de Zeeland, en la que hasta la fecha no había prácticamente atención ortopédica. Desde esta céntrica ubicación continúan surtiendo a sus “antiguos” clientes de Brabant, y gracias a numerosas ideas innovadoras, se convierten con rapidez en uno de los principales especialistas en ortopedia de la región.

El objetivo común: siempre la mejor calidad
Los Gardeslens se incorporan al grupo profesional “Bewegingsvisie” en el que se habían unido 14 empresas dedicadas a la técnica ortopédica. La colaboración abarca los ámbitos de las compras, el marketing y la gestión de la calidad. En poco tiempo, el matrimonio pasa a fabricar, entre otros, los productos de silicona para varios colegas. Son, sin embargo, los pacientes los que más se benefician de esta colaboración intensa y asociativa: ahora siempre cuentan con el dispositivo auxiliar más adecuado, en los hospitales y centros de rehabilitación de toda la provincia hay un horario de atención fijo y los pacientes que no pueden moverse reciben regularmente visitas a domicilio. El estrecho contacto con los especialistas líderes permite prestar a los pacientes la ayuda necesaria de la forma más eficaz posible y “por la vía oficial más corta”. Y asumiendo buena parte del trabajo: Gardeslen Orthopaedie se encarga también de las diligencias completas con las mutuas si así lo desean los pacientes.

“Encontrar el mejor camino, incluso aunque cambie la situación”
Tras concluir con éxito su formación en ortopedia, el hijo Yoeri se hace cargo del negocio familiar. En 2014 incorpora un socio: Richard Valkenburg es, en realidad, experto en logística y procede del sector económico privado. Juntos dirigen la empresa en crecimiento sin dejar de tomar nuevos rumbos estratégicos. “Una empresa debe poder cambiar, ya que la situación lo hace. Nuevas ideas, nuevas técnicas, nuevos materiales, nuevas normativas y nuevas modalidades de facturación: el mercado no deja de cambiar, así que lo mejor es que nos adelantemos”. Richard sabe que el miedo no es un buen asesor. “Uno debe tomar también decisiones valientes. Solo entonces se obtiene la recompensa”. Puesto que cada vez son más los hospitales que prescriben dispositivos auxiliares estandarizados, en Gardeslen Orthopaedie se están centrando con mayor intensidad en la fabricación de dispositivos auxiliares a medida. “Ahora fabricamos muchas más prótesis”.

Las nuevas técnicas permiten ampliar la producción
Durante sus 31 años de historia, la empresa no ha dejado de crecer. Los siete empleados que había por aquel entonces se han convertido en 18. La antigua sede de la empresa se demolió parcialmente en 2015 y se sustituyó por un gran edificio principal con oficinas, comedor, almacén, departamentos técnicos, una zona de recepción representativa y modernas estancias para tratamientos.
También los departamentos de procesamiento de silicona y de elaboración de vendajes se alojan aquí. Antes de la reforma se consultó a los expertos de Ottobock: miramos con lupa cada metro cuadrado de la nueva sede de la empresa y lo planificamos a la perfección. Ahora la empresa está preparada para afrontar el futuro: la nueva sala para el laminado y la técnica de moldeo ofrece un total de 13 puestos de trabajo completamente equipados. De este modo es posible producir sin problema mayores cantidades. Las instalaciones cuentan ahora con un moderno sistema de aire comprimido, mientras que la aspiración descentralizada procura un entorno de trabajo siempre limpio.

Continuar trabajando durante la reforma
El taller de emergencia diseñado por Ottobock compuesto por 24 cabinas lo hace posible: la producción continuó del modo habitual también durante las obras en el edificio. “La reforma estaba perfectamente preparada y concluyó tras solo nueve meses sin ningún tipo de contratiempo”, explica satisfecho Richard Valkenburg. “Apostar por Ottobock como socio fue la decisión correcta. Colaboramos con éxito desde hace décadas. Los expertos de Ottobock se involucraron de un modo inimaginable: todo se planificó al centímetro, y los profesionales visitaban la obra con regularidad para supervisar los trabajos, dar consejos y prestar atención a todos los detalles. Fue un enorme apoyo. ¡Al fin y al cabo uno no hace una reforma así todos los días!”

“El futuro está por venir, y nosotros queremos contribuir a diseñarlo”
Durante la celebración de inauguración, Gardeslen Orthopaedie se presentó como una empresa vigorosa y activa llena de energía. Como parte importante de la celebración se realizaron visitas guiadas a través de las nuevas instalaciones que no dejaron de recibir cumplidos. Los médicos, clientes, empleados y proveedores estaban entusiasmados por igual. Richard Valkenburg lo corrobora en su opinión: “una empresa sana no para de moverse. En el cambio siempre se esconde una oportunidad”.


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